viernes, 12 de septiembre de 2014

TESTIMONIO Y MI VERDAD.

Porque llegue a guardar el Sábado… Tenía muchas dudas y me arrodillé y oré a Dios para que el Espíritu Santo anulase toda otra influencia que no fuera la de él, a fin de que él fuese mi maestro. Y de allí en adelante, en forma metódica y hermosa, las Escrituras me mostraron la verdad.
Comencé mi nuevo estudio con Romanos 3: 23, donde se menciona la razón por la cual Jesús murió: "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios". ¿Qué es el pecado? Encontré la definición en 1° Juan 3: 4: "Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley". Nuevamente me encontraba con esa antigua ley. En el mensaje de Pablo a los Romanos me pareció que el apóstol me estaba hablando directamente a mí y que estaba tratando acerca de mi problema de la ley versus la gracia. Romanos 3: 28 dice: "Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley". En otras palabras, según explica Efesios 2: 8-9, no es la observancia de la ley lo que nos salva. Sólo mediante la fe y el sacrificio de Jesús podemos ser salvados. La salvación "es don de Dios. En Romanos 3: 31 Pablo plantea una pregunta y la contesta en forma muy categórica: "¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley". Y el apóstol Santiago retoma el tema en su epístola: "¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?" (cap. 2: 20). Ya tenía la solución: no debía observar la ley a fin de ser salva sino porque ya lo soy. La observancia de la ley es el resultado natural de conocer a Dios. 1° Juan 2: 4 dice: "Y el que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él". La obediencia es un resultado natural del amor. Pensé en mi querida iglesia que observa el domingo y que creía que me había ayudado a salir de mi incredulidad. Sus miembros eran para mí tan preciosos como mi familia. ¿No podría excluir el mandamiento que pide la observancia del sábado y dejar sólo nueve en el Decálogo, para seguir identificado con ellos? Encontré la respuesta en Santiago 2: 10: "Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos". Numerosos ejemplos bíblicos, como el milagro del maná en Éxodo 16 y el castigo de Ananías Y Safira en Hechos 5, demuestran que lo que Dios dice es importante y hay que tenerlo en cuenta. Ninguna filosofía humana puede cambiar lo que Dios ha dicho. Nuestro Señor Jesús dijo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7: 21. Véanse también los versículos 22 y 23). En Apocalipsis 14: 12 encontramos que Dios identifica a sus santos como aquellos que "guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". Por lo tanto llegué a la conclusión de que la obediencia y la fe van juntas. No hay oposición entre la ley y la gracia. Obran en forma unida en favor del hombre. Dos pasajes adicionales de la Escritura me convencieron de que la institución del séptimo día como día de reposo, desde el mismo jardín del Edén, nunca fue abolida. En Mateo 24 Jesús profetiza no sólo acerca de la destrucción de Jerusalén que ocurriría en nuestra era sino también sobre los días finales de la tierra. Dio una advertencia a sus seguidores, los cristianos. En Mateo 24: 20 Jesús dijo: "Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo", o sea en sábado. Es evidente que Jesús mismo esperaba que el sábado estuviese todavía en vigencia en el año 2014, como también en los últimos días. Proyectándonos aún más en el futuro, tenemos la profecía de Isaías 66: 23 que, refiriéndose a los "cielos nuevos y tierra nueva", dice: "Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo [o sábado], vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová". Por este pasaje es evidente que el día de reposo establecido en la Biblia permanecerá por la eternidad, no importa cuánto el hombre, aquí en la tierra, procure modificar lo establecido por Dios. El resultado de mi investigación no fue exactamente lo que yo esperaba. En vez de que yo me uniese a su congregación, finalmente espero en oración que ella se me una a la mía la Iglesia Adventista del séptimo dia, después de estudiar, por muchos meses más, "mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea" (Isaías 28:10). Me resultó muy duro dejar a mis hermanos y hermanas de la otra iglesia “ Catolica”. Les tengo un cariño muy especial, y confío que algún día -y ojalá sea pronto-, el Espíritu Santo les mostrará con claridad el significado de estos pasajes bíblicos, tanto a ellos como a mis familiares y amigos católicos, porque ellos también aman a Jesús como yo. Mirando hacia atrás, veo a un Salvador paciente y bueno, mi Creador y Redentor. Al estar unido ahora nuestra familia bajo su amor y sus enseñanzas y al observar cada semana el día de reposo que él estableció, nos hemos acercado más los unos a los otros y todos a Dios. Doy gracias a Dios por su amor y paciencia por esperar a que entendiera su razón para ser escogido como un siervo de Dios. Un feliz y Santo día Maranatha… pronto estaremos todos junto a la promesa.