viernes, 14 de noviembre de 2014

LEVANTARSE

Todos nosotros en algún momento de nuestras vidas ya tuvo una mala caída! A veces caemos porque nos deslizamos, o distracción, o por accidente. Algunas caídas pueden ser algo a cambio de nada, sin mayores consecuencias. Pero, la mayoría de las caídas son dolorosas y pueden dañar o romper alguna parte de nuestro cuerpo. Una tarde caminando en dirección a mi querida Iglesia tuve un tropezón con algunas consecuencias dolorosas para el cuerpo. Por esas cosas, el pastor de mi Iglesia venias en dirección asía mí y me pudo socorrer, sería una casualidad o una provisión divina, la caída fue fuerte pero sin grandes consecuencias por lo cual pude predicar esa tarde.
1° Pedro 5: 8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. Llevar esta palabra para una realidad espiritual que quiero destacar los cuidados que tenemos los hijo de Dios, aun así tenemos que tomar todas las precauciones y velad porque tendremos taque de parte del león, todos hijos que ande en los camino de Dios. 1 Corintios 10: 12,13 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Salmo 37: 23-24 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano. En esta promesa Dios está a nuestro lado cada vez que tropezamos y caemos. En el libro de Apocalipsis, vemos a Jesús levantó la iglesia, trayendo de nuevo a su lugar: Apocalipsis 2:5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Curiosamente, en los versículos anteriores de este capítulo, el Señor elogia esta iglesia para tantas cosas como el TRABAJO , la perseverancia, etc. Sin embargo, en un área que había caído. Perdió la excelencia del primer amor! Oh Señor, para enseñar a esta iglesia para recaudar esto, dijo: " Recuerda, por tanto, de dónde has caído ", es decir, tratar de saber como hemos caído para sanar para nuestra restauración. ¿En qué momentos o situaciones en la vida que los cristianos son propensos a caer?
1- MOMENTOS EN CRISIS! El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. Proverbios 17:22. Hace algún tiempo me quedé sorprendido al descubrir que nace una jirafa, que cae desde una altura de unos 2 metros. Poco después del nacimiento, la madre empieza a empujar al bebé para que se levante de inmediato, porque si esto no sucede, los depredadores están a tentó para devorar al bebe jirafa. No hay tiempo que perder con el trauma del nacimiento y la caída; permanecer mucho tiempo en el suelo es una muerte segura! El nacimiento de una jirafa es bastante dramático pero Dios a provisto esta necesidad para superar esta condición. La lección que saco de esta experiencia única en la naturaleza es que ningún trauma o crisis, por malo que sea, deben ser capaces de mantenernos en el suelo. Permanecer postrado ante una crisis durante mucho tiempo puede ser mucho más perjudicial emocionalmente y espiritualmente. Ante un revés, hay que tomar la firme decisión de ponerse de pie.
2- Las consecuencias del pecado! A veces, la caída es el resultado del pecado, y la actitud del hijo pródigo en la parábola Jesús dijo, nos enseña el camino de la restauración: Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Lucas 15:18. El pecado no confesado y tratado es un peligro inminente de muerte espiritual. Nuestro enemigo está al acecho para devorarnos. Por lo tanto, es urgente que levantarse, lo que implica el arrepentimiento y la confesión.
3- En decepciones y heridas. La caída a veces es el resultado de la decepción o herida emocional, un fracaso, la pérdida de un trabajo, un problema familiar, una decepción amorosa. Situaciones como éstas se pueden colocarnos vulnerables al ataque de los dardo del enemigo. Estos sentimientos son muy negativos y hacen que muchas personas permanezcan postradas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. Isaías 43:19 Nuestros ojos deben estar fijos en el autor y consumador de nuestra fe. Si te dispararon en sus emociones, el Espíritu Santo te dice hoy: ¡Levántate! Jesús nos capacitara para levantarnos a perdonar, a superar el dolor llevando la paz a nuestro corazón.
En Juan 5, se relata la historia de un hombre paralítico de 38 años, cuya expectativa de sanidad era que el estanque Betesda cuando las aguas se movían por el ángel, el que viera moverse sus aguas sanaría de toda enfermedad el paralitico llevaba mucho tiempo esperando ver sus agua moverse. Juan 5: 5 al 9 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día. Ese hombre podría haber decidido quedarse en el suelo, pero optó por creer y estar de pie. Con esto quiero decir que hay un tremendo poder en la palabra de Dios y el Espíritu Santo para que nos levantemos.
CONCLUSIÓN La hermana Helena White nos Dice: El paralítico sanado se agachó para recoger su cama, que era tan sólo una estera y una manta, y al enderezarse de nuevo con una sensación de deleite, miró en derredor buscando a su libertador; pero Jesús se había perdido entre la muchedumbre. El hombre temía no conocerle en caso de volver a verlo. Mientras se iba apresuradamente con paso firme y libre, alabando a Dios y regocijándose en la fuerza que acababa de recobrar. (EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, pág. 173) Levantarse es un proceso de fe, debemos ver la mano de Jesús que nos levanta en cada caída. QDLB.