sábado, 8 de agosto de 2015
Estamos viviendo momentos solemnes de la historia…
Las profecías se están cumpliendo rápidamente y en breve veremos el regreso de Jesús en gloria y majestad.
En Apocalipsis 7: 1 al 3.-Vemos a un Dios misericordioso, compasivo, que retiene los vientos de la tierra con el propósito de que muchos mas abran su corazón a Jesús y lo reconozcan como salvador personal.
En mateo 24.- Vemos las señales de los tiempo en una frecuencia impresionante, el versículo 14, Jesús afirma que la consumación vendrá cuando el evangelio sea predicado en todo el mundo.
Cuando leemos la biblia en forma panorámica, encontramos a Dios buscando al hombre:
Génesis 3:9.- Dios pregunta ¿Dónde estás?
Aquí se puede percibir que la salvación es una iniciativa divina; Dios está buscando al hombre y no el hombre busca a Dios.
Salmo 139: 7.- Aquí hay unas preguntas muy importantes ¿Adonde me iré de tu espíritu?, ¿Y donde huiré de tu presencia?
Aquí está implícita la idea de poder huir de Dios, en otras palabras, él continúa buscando a los hijos, hasta el último momento, pero el hombre busca esconderse de Dios sumergiéndose en las grandes maravillas del mundo.
Apocalipsis 3: 20.- Dios dice: “Yo estoy a las puertas y llamo”
En este pasaje bíblico podemos aprender que Dios no desiste de la búsqueda del hombre, aun sabiendo que muchas personas son indiferentes al llamado de Dios y que difícilmente abrirán la puerta de su corazón, pero él continua llamando a la puerta para su salvación.
Es justamente donde entra en juego la evangelización: La razón de la existencia de la iglesia de Dios, el Espíritu Santo derrama su poder con aquellos que desean llevar a cabo la labor y misión de evangelizar con el mensaje de salvación.
En Joel 2: 28.- Dice que en los últimos días, Dios derramara el Espíritu Santo sobre toda carne.
Hechos 1: 8.- Predice el Pentecostés cuando le sucedió a Pedro se atribuyo a la profecía de Joel, podemos ver la conclusión de la predicación por medio del Espíritu Santo en nuestros días.
En Lucas 24: 49.- Relata el deseo de Jesús de revestir con poder a su Iglesia para cumplir la misión.
En Apocalipsis 18:1 al 8.- Habla del gran clamor.
Es el derramamiento de la lluvia tardía, para la conclusión de la obra en la tierra, miles de personas se convertirán en un día, estamos a las puertas de un nuevo pentecostés.
Dios desea convertimos en instrumentos en sus manos, para llevar el mensa de salvación de estos tiempo, como iglesia adventista tenemos la misios de predicar el mensaje e los tres ángeles, que es el mensaje para estos tiempo, “está en ti abrir tu puerta a esta reflexión de decir heme aquí Señor”.
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