lunes, 10 de marzo de 2014
LA LIBERTAD DE ELECCIÓN
Satanás se posesionó de la serpiente, se ubicó en el árbol del conocimiento y comenzó a comer de su fruto con despreocupación.
Eva, en un primer momento sin darse cuenta, se separó de su esposo absorbida por sus ocupaciones.
Cuando se percató del hecho, tuvo la sensación de que estaba sien observada y se sintió en peligro, pero nuevamente se sintió segura, aunque no estuviera cerca de su esposo.
Creía tener sabiduría y fortaleza para reconocer el peligro y el mal para enfrentarlo.
Los ángeles le habían advertido que no lo hiciera...
Satanás quería introducir la idea de que al comer del árbol prohibido
Y introdujo la inquietud que recibiría en Eva, una nueva clase de conocimiento más noble que el que habían alcanzado hasta entonces.
La serpiente se colocaba en el lugar que solo le corresponde a Dios.
Esa ha sido su especial tarea, con gran éxito, desde su caída: inducir a los hombres a espiar los secretos del Todopoderoso y a no quedarse satisfechos, con lo que Dios ha revelado, y a no obedecer cuidadosamente lo que él ha ordenado.
Pretende inducirles, además, a desobedecer los mandamientos de Dios, para hacerles creer que se están introduciendo en un maravilloso campo de conocimiento.
Eso es pura suposición, y un engaño miserable. No logran entender lo que Dios ha revelado, y menosprecian sus explícitos y sagrados mandamientos y procuran sabiduría, separados de Dios, y tratan de comprender lo que él ha decidido vedar a los mortales.
Se enaltecen en su soberbia con ideas de progreso y se sienten encantados por sus propias vanas filosofías, pero en relación con el verdadero conocimiento, andan a tientas en la oscuridad de la medianoche.
Siempre están con un ego enaltecido, pero nunca son capaces de llegar al conocimiento de la verdad.
No era la voluntad de Dios que esa inocente pareja tuviera el menor conocimiento del mal. Les había otorgado el bien con generosidad, y les había evitado el mal...
La mujer creía que era capaz de discernir el bien y el mal.
La aduladora esperanza de alcanzar un nivel más elevado de conocimiento, la había inducido a pensar que la serpiente era su amiga especial, que tenía gran interés en su bienestar.
Si hubiera buscado a su esposo y ambos hubieran transmitido a Dios las palabras de la serpiente, habrían sido liberados al instante de esta artera tentación.
La rebelión y la apostasía están en el aire mismo que respiramos. Seremos afectados por ellas a menos que vinculemos mediante la fe nuestras almas desvalidas con Cristo. Si los hombres son descarriados ahora con tanta facilidad, ¿cómo resistirán cuando Satanás personifique a Cristo y realice milagros?
¿Quiénes permanecerán inconmovibles por el engaño que presentará entonces, cuando profese ser Cristo y sea solamente Satanás que personifica a Cristo, y que aparentemente realiza las obras de Cristo? ¿Qué impedirá que el pueblo de Dios preste obediencia a los falsos cristos?
El Apóstol Lucas nos dice: Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis. Y os dirán: Helo aquí, o helo allí. No vayáis, ni los sigáis. (Lucas 17: 22 y 23)
Pregunto: cuál será tu respuesta a estos hechos, estas preparados para no ser engañado…
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